30 de agosto de 2012

¿Que más hace falta?


La American Meteorological Society (AMS) es la institución meteorológica que goza de mayor prestigio en todo el mundo tras la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la mas importante con diferencia entre todas las no gubernamentales. Creada en 1919 su objetivo fundamental es la promoción del desarrollo y la difusión de información y educación sobre las ciencias atmosféricas, oceánicas e hidrológicas así como de sus aplicaciones profesionales. Tiene nada menos que 14000 asociados entre profesionales, estudiantes y aficionados de diversas partes del mundo y publica once revistas científicas al tiempo que patrocina mas de 12 conferencias científicas cada año.

La AMS publica periódicamente los denominados “statements” en los que muestra su postura ante distintos temas relevantes pertenecientes a las ciencias citadas mas arriba. En estos breves artículos se presenta la “visión” de la Sociedad en relación con el tema de que se trate tanto en lo que respecta al estado de su investigación, las posibles líneas o prioridades de evolución y, cuando corresponde, el impacto social de todo ello. Se actualizan cada cierto número de años y dada su calidad y claridad son estudiados minuciosamente y valorados por instituciones y personas interesadas de todo el mundo.

En este contexto la AMS acaba de hacer público su “statement” sobre la situación del cambio climático que sustituye al que emitió en el año 2007. El informe es claro y contundente sobre la realidad del calentamiento global así como en su atribución principal al efecto de los gases “invernadero” producto de las actividades humanas. Si bien recomiendo vivamente su lectura detallada a cualquier persona mínimamente interesada (no son mas que siete páginas y es perfectamente comprensible aún sin formación científica) no me resisto a transcribir a continuación su conclusión final que he intentado traducir de la forma mas correcta:

“Existe evidencia inequívoca de que la atmósfera inferior de la Tierra, el océano y la superficie terrestre se están calentando, el nivel del mar está aumentando, y la capa de nieve, los glaciares de montaña y el hielo del océano Ártico se reducen. La causa dominante del calentamiento desde la década de los 50 es la actividad humana. Este hallazgo científico se basa en una amplia y convincente actividad investigadora. El calentamiento observado será irreversible durante muchos años en el futuro, y se producirán aún mayores incrementos de temperatura en la medida en que continúen acumulándose en la atmósfera gases de efecto invernadero. Evitar el calentamiento futuro requerirá una reducción amplia y rápida de las emisiones globales de estos gases. El calentamiento en curso aumentará los riesgos y las tensiones en las sociedades humanas, la economía, los ecosistemas y la vida silvestre a través del siglo XXI y más allá, por lo que es imperativo que la sociedad responda a un clima cambiante. Para fundamentar las decisiones sobre la adaptación y la mitigación, es crítico que podamos mejorar nuestra comprensión del sistema climático mundial y nuestra capacidad para proyectar el clima futuro a través de la vigilancia continuada y mejorada y la investigación. Esto es especialmente cierto para los más pequeñas (estacional y regional) escalas y para el tiempo y el clima extremos así como para importantes variables hidroclimáticas como la precipitación y la disponibilidad de agua. 

Las opciones tecnológicas, económicas y políticas en el futuro próximo determinarán el alcance de los impactos futuros del cambio climático. Las decisiones basadas en la ciencia rara vez se hace en un contexto de absoluta certeza. Los debates políticos nacionales e internacionales deberían incluir la consideración de las mejores formas tanto de adaptarse como de mitigar el cambio climático. La mitigación reducirá el nivel del cambio climático futuro y el riesgo de impactos que son potencialmente grandes y peligrosos. Al mismo tiempo, un cambio climático continuo es inevitable, y las respuestas políticas deberían incluir la adaptación al mismo. La prudencia dicta mantener un extremo cuidado en lo que respecta a nuestra relación con el único planeta del que se sabe que es capaz de sostener la vida humana”

Creo que el texto no puede ser mas claro y rotundo y debería acallar definitivamente las voces negacionistas –ya se han apagado o “convertido” algunas muy importantes- salvo aquellas que estén motivadas por intereses no científicos. Si durante muchos años se ha argumentado que la falta de concreción de los científicos dificultaba la toma de decisiones políticas, el gran esfuerzo realizado por todos ellos en los últimos años, fundamentalmente en el marco del programa IPCC (que en muy pocos meses hará público también su nuevo informe), hace que, aún dentro de las limitaciones del método científico, este argumento ya no sea válido. ¿Cuáles son ya las dificultades para actuar?

Una traducción completa del texto de la AMS puede encontrarse aquí 

28 de agosto de 2012

Los predictores se disculpan


Hace unos días fue noticia la disculpa pública de los predictores de la BBC tras un significativo fallo en sus predicciones. En un fin de semana –el del pasado 19 y 20 de agosto- que anunciaron como muy cálido y seco, las tormentas hicieron acto de presencia y estropearon el “week-end”  a muchas personas que habían salido al campo confiando en las predicciones. Mas allá de que me parece correcta y adecuada esa disculpa, lo que considero mas interesante desde un punto de vista técnico es esta frase que incluían en su declaración: “Los ordenadores mostraron las tormentas, pero fueron los meteorólogos humanos los que decidieron que no había evidencias sólidas de que fuera a llover”.

No se como realizaron su predicción los meteorólogos británicos y me gustaría tener mas información sobre el caso pero, a partir de lo publicado, parece claro que en algún momento del proceso de predicción se dejaron llevar más por su “experiencia” que por las soluciones que ofrecían los modelos y dieron un “valor añadido” que, si bien en muchos casos es positivo, no lo fue en esta situación. Dando por hecho su buena voluntad y por supuesto su gran profesionalidad sobre la cual no hay discusión: ¿Actuaron bien desde un punto de vista técnico?

Hasta hace unos cuantos años yo hubiera dicho sin ninguna duda que sí. Los modelos tenían todavía bastantes deficiencias y la experiencia del predictor podía ser determinante en muchos casos. Sin embargo, la gran calidad que éstos han alcanzado en los últimos años hace que en la actualidad haya que pensárselo mucho antes de “llevarlos la contraria”. Hay que conocer muy bien su comportamiento, sus puntos fuertes y débiles, seguir la evolución de las nuevas versiones, consultar las posibles y distintas evoluciones que ofrecen las predicciones por técnicas “ensemble” y, por supuesto, emitir siempre una predicción probabilista. En resumen: hay que ser grandes expertos en las herramientas que se manejan y, se decida la predicción que se decida, tener una argumentación muy fundamentada como soporte de la misma que incluya pero que vaya mas allá de la propia experiencia. Si no es así, el valor añadido del predictor decaerá cada vez más.

Por supuesto con esto no quiero decir que no hagan falta los predictores o que sean una especie a extinguir. Todo lo contrario: como he expresado varias veces en este blog lo que defiendo es que hay que ir hacia un nuevo modelo de predictores. Éstos deben ser verdaderos especialistas en las herramientas manejadas y deben seguir unos estrictos protocolos de actuación que les lleven  si es el caso a admitir y dar por bueno lo que los modelos ofrecen, o matizarlo…o incluso descartarlo pero siempre tras una profunda argumentación técnica. Es necesario por tanto seguir progresando en una mayor formación, un mayor entrenamiento y probablemente una selección personal mas estricta. Y más si cabe en una época como ésta en que multitud de resultados de modelos están disponibles en Internet.

Y también deben ser mas cercanos a los usuarios, mas “asesores”, hacerse más fáciles de entender. En este contexto aplaudo la sincera petición de disculpas y la muestra de humildad de los predictores de la BBC, una estupenda muestra de comunicación y de cercanía. Sólo echo de menos –la noticia al menos no lo dice- que hubieran explicado de forma muy sencilla y didáctica las razones del fallo. Qué mejor ocasión para divulgar y para que el público conozca la belleza y la dificultad de la predicción meteorológica.

22 de agosto de 2012

Después de "Gordon"


Ahora, cuando ya lo que queda de “Gordon” es una hermosa e inofensiva banda espiral nubosa casi estacionaria frente a las costas de Portugal, quiero hacer algunos comentarios y reflexiones en torno a esta perturbación y a su impacto mediático y social.
Una humilde espiral de nubes bajas al suroeste de Portugal es lo que hoy queda del huracán "Gordon"

La primera cuestión que se plantea es si la trayectoria de Gordon ha sido atípica en el espacio o en el tiempo. La mejor respuesta la podemos encontrar en elexcelente trabajo que ayer publicó Pedro C. Fernández en el portal Cazatormentas. Según este estudio y de acuerdo con los archivos del Centro Nacional de Huracanes, han sido al menos 16 los ciclones  tropicales que han afectado al archipiélago de Azores desde 1850. Por tanto no nos encontramos ante un hecho desconocido pero sí raro.

El siguiente punto es comprobar como han conducido los modelos numéricos este huracán. Desde mi punto de vista, teniendo en cuenta cual es el “estado del arte” en este tema, creo que el cálculo de la trayectoria ha sido bastante correcto y también muy correcta la descripción de donde y de que forma moriría “Gordon”: como baja residual y sin llegar a desarrollar completamente una transición extratropical. Como siempre, la predicción de la intensidad suele dar problemas.  Los modelos no preveían que Gordon alcanzara la categoría II pero lo hizo durante unas horas. Quizás algún problema con los datos de partida –temperatura del océano o determinación de la presión en el centro de la perturbación- pudiera tener que ver pero es solo una suposición porque la “gestión” de las perturbaciones tropicales por los modelos es muy compleja.

Por lo que se refiere a la trayectoria hay algo que creo que es importante resaltar y que me sirve de puente para conectar con la cuestión del impacto social y mediático. En los mapas de trayectorias posibles obtenidas por los sistemas de predicción por conjuntos, la mayoría de ellas señalaban el camino que realmente siguió el ciclón, si bien había alguna que apuntaba a Galicia o bien hacia Canarias. Este hecho -que para mi es un síntoma de la “buena salud” de estos sistemas predictivos-, llevó a que en las redes sociales se hablara de la posibilidad de que el sistema rozara a Galicia y, sobre todo, que se dirigiera hacia Canarias. Ahí es donde se despertó un cierto interés periodístico que llegó hasta los boletines infomativos de alguna cadena de radio, aunque se disipó con bastante rapidez dado que de inmediato se constató que las posibilidades de que eso ocurriera eran mínimas, prácticamente inexistentes.

Lo que si ha sido verdaderamente agradable y reconfortante es el magnífico seguimiento que se ha hecho en alguno de los foros de aficionados con análisis y comentarios que no desmerecen en absoluto de los que podría haber hecho un profesional experto. De igual forma, los interesantes debates suscitados los considero valiosos e imprescindibles para que la cultura meteorológica y la afición continúe creciendo. Si bien puede haber dado la impresión de que en las redes se podía estar dando una importancia desmesurada a un fenómeno que no iba a afectar a España y que no era del todo desconocido, es muy gratificante ver como la meteorología interesa cada vez mas en un país que necesita como el agua –y nunca mejor dicho- un empuje científico y cultural muy importante. A este respecto no puedo dejar de referirme a la excelente labor divulgativa y formativa que desde hace tiempo vienen realizando tanto la Revista del Aficionado a la Meteorología (RAM), como el portal “Cazatormentas” al que me refería mas arriba.

En cualquier caso, quizás la preocupación por una excesiva dedicación  a “Gordon” en las redes sociales provenía tanto del temor de que el tema pudiera desbordarse en el plano periodístico como por un aparente interés morboso hacia los fenómenos atmosféricos violentos por parte de algunos participantes. En relación con esto último mi opinión es que hay algunas expresiones que se pueden decir en el “calor” del seguimiento pero que por supuesto nadie suscribiría en la realidad y que, por tanto, no habría que dar mas importancia.

Sin embargo, por lo que respecta al posible “desbordamiento” en los medios, es curioso que, en vez de ser así, “Gordon” me parece que ha pasado prácticamente desapercibido en los medios españoles –exceptuando los espacios meteorológicos- salvo esa leve referencia a que pudiera afectar a Galicia o a Canarias. Me ha extrañado mucho porque, a veces, fenómenos de menor importancia o que ocurren mucho mas lejos de España han merecido una mayor dedicación de los medios y mas en agosto cuando siempre hay –puede que este año menos- una importante sequía informativa. Supongo que los periodistas que lo vieron en las redes buscaron información en fuentes solventes y a la vista de que no existía ningún riesgo para España decidieron no dar relieve a la noticia y ahorrar al público algún quebradero de cabeza. Bien está pero se perdió la ocasión de dar a conocer un fenómeno atmosférico muy interesante en una zona geográfica donde no es frecuente dando cuenta además del excelente trabajo realizado por los meteorólogos en su seguimiento y predicción.  No lo entiendo mucho.  Quizás algún periodista pueda aportar su opinión en este sentido.

17 de agosto de 2012

Transiciones


Dos son las novedades meteorológicas para los próximos días. Por una parte hoy se inicia una nueva entrada de aire norteafricano muy cálido que logrará, por tercera vez en este verano, que las máximas alcancen y superen los 40 grados en muchos puntos de la Península así como que las mínimas sobrepasen ampliamente los 20 e incluso los 25. En cualquier caso es difícil que se batan récords tras los valores alcanzados durante la pasada semana dado que, por una parte, la temperatura de esta masa aérea es ligeramente mas baja y por otra que las noches van siendo poco a poco mas largas y por tanto con mas capacidad de enfriamiento. Sin embargo la gran profundización en cuña de esta masa cálida sobre Europa occidental sí podría marcar algún registro histórico en Francia, Alemania o los Países Bajos. Lo que si puede ocurrir con esta situación es  que resulte un poco mas “agobiante” que las anteriores ya que probablemente se prolongue durante gran parte de la próxima semana hasta que un frente atlántico afecte el área cantábrica e inyecte un poco de aire fresco al menos en ese área y en la vertiente atlántica.

Pero pudiera haberse dado una posibilidad de que este nuevo periodo u “ola” cálida finalizara antes si la evolución de una perturbación atlántica que ahora está en pleno desarrollo –la segunda novedad de estos días- se llevara a cabo de otra manera. Sin embargo todo parece apuntar a que esa evolución o “transición” no va a ser la adecuada como para que nos afectara el lunes o el martes y finalizara antes el periodo cálido.

El nombre de esa perturbación es “Gordon”. Se trata de una tormenta tropical nacida hace un par de días en pleno Atlántico al suroeste de las islas Azores y que en vez de continuar en el camino mas habitual de estas perturbaciones hacia el oeste o el noroeste  va a enfilar hacia el este camino del archipiélago de Azores al que afectará previsiblemente en la madrugada del domingo al lunes con fuertes lluvias y vientos


Predicción de la evolución de "Gordon" prevista por el Centro Nacional de Huracanes el 17 de agosto de 2012

A partir de ese momento la tormenta efectuará su “transición” y el resultado de la misma no será probablemente, como antes decía, el mas adecuado para refrescar un poco –y si fuera posible hasta humedecer- este verano peninsular. En cualquier caso veamos un poco en que consiste el fenómeno de la “transición” de una tormenta o ciclón tropical.

Una tormenta tropical se forma a partir de una amplia masa de nubes tormentosas que se desarrollan en el Atlántico tropical frecuentemente, aunque no siempre, por la presencia de una onda del este procedente del interior de África. Si la actividad de estas tormentas es muy intensa, la gran cantidad de calor liberado por la condensación del vapor de agua origina la caída de la presión en la zona y por tanto la llegada –la convergencia- de mas aire cálido, lo que sigue alimentando a las nubes tormentosas y realimentando el proceso general. Si no se dan otros procesos externos que interrumpan o dificulten la actividad de los grandes cumulonimbos o sistemas convectivos, la perturbación va adquiriendo una forma espiral, al tiempo que la presión sigue disminuyendo y arrecia la fuerza del viento. Estamos ante una tormenta tropical que puede seguir evolucionando hasta un ciclón  tropical o huracán.

En cualquier caso, para que esto suceda la perturbación tiene que estar sobre un mar con temperaturas en su superficie por encima de los 27º y sin una gran cizalladura del viento sobre ella, lo que podría “romper” las grandes torres de cumulonimbos de cuya actividad se alimenta. Sin embargo, en su recorrido la perturbación  o bien se mete en tierra, en cuyo caso el rozamiento hace que se debilite rápidamente, o bien gira al noroeste y nordeste, se mueve sobre aguas mas frías y la potente convección empieza a debilitarse. Es un momento crítico en su vida ya que, o bien obtiene energía mediante otro mecanismo o se debilita gradualmente hasta quedar casi estacionaria como un bello remolino de nubes medias y bajas, lo que en inglés se llama “remnant low” y en castellano algo así como baja o borrasca residual.

Ahora bien, existe ese otro mecanismo que se pone en marcha si el aire cálido de la perturbación tropical se encuentra con un aire bastante mas frio ligado con frecuencia a las circulaciones del chorro polar. El “remonte” del aire cálido sobre el frio produce de nuevo una amplia masa nubosa y una nueva generación de energía mediante un proceso distinto denominado “baroclino” y ahora las nubes – al menos en su gran mayoría- ya no son cumulonimbos tormentosos sino altostratos y nimbostratos que pueden producir también lluvias muy abundantes. La perturbación cambia de forma y se asemeja ya a las borrascas atlánticas típicas con su estructura frontal mas o menos desarrollada e incluso  puede seguir manteniendo vientos fuertes. Pues bien, cuando ello ocurre, se dice que la perturbación tropical ha hecho su transición a borrasca “extratropical”.

Volviendo al caso de “Gordon” esa transición parece que se producirá al tiempo que atraviesa Azores y, si bien todo parecía indicar que la borrasca extratropical resultante podría afectar al noroeste peninsular en la primera mitad de la próxima semana, los nuevos resultados de los modelos apuntan ahora a  que su movimiento desde Azores hacia el noroeste podría verse muy dificultado. Por tanto, el encuentro con el aire mas frio sería muy limitado y, como consecuencia, el “motor” de  la perturbación se iría parando. Si sucede finalmente así, “Gordon” acabaría sus días como una “remnant low” casi estacionaria; una bella espiral nubosa cercana a la Península Ibérica que los vientos del nordeste irían rompiendo y haciendo desaparecer poco a poco.

En cualquier caso, sea cual sea el  resultado de esa “transición”, el proceso visto por satélite será muy interesante y lo recomiendo. Para seguirlo, además de ver las imágenes de Meteosat en cualquiera de las múltiples páginas en las que están disponibles, es importante estar al tanto de los boletines de seguimiento que sobre “Gordon” emite periódicamente el  Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos así como los avisos que en caso de que fuera necesario –no parece en absoluto probable que ello ocurra-  emitiría AEMET.

13 de agosto de 2012

Verano 2012: segundo embate


Tras la acometida cálida de finales de junio y después de un julio bastante normal en cuanto a temperaturas aunque muy seco, durante los pasados días 9 al 12 de agosto la Península Ibérica se ha visto afectada por un nuevo embate de aire muy cálido, en parte de origen norteafricano.  Como en la mayoría de las situaciones de este tipo la causa ha sido la presencia conjunta de una gran cúpula anticiclónica en niveles medios y altos y de una borrasca semiestacionaria al oeste de Galicia. Entre ambos centros de acción se canalizaba esa corriente de aire cálido a que antes hacía referencia y que, de no ser porque la borrasca atlántica se desplazó con cierta rapidez, pudiera haber durado varios días mas.
Análisis del geopotencial de 500 hPa y de la temperatura de 850hPa del viernes 10 de agosto a mediodía. Puede observarse la gran "cúpula" de aire muy cálido sobre la Península Ibérica (Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo)

Mas allá de la polémica sobre si este episodio puede considerarse como ola de calor –para mí lo ha sido ya que ha cumplido los criterios a los que me refería en una entrada anterior- lo importante es  considerar las singularidades de esta nueva entrada. Si en la de finales de junio se batieron varios récords absolutos de temperaturas sobre todo –aunque no sólo- en observatorios de Castilla y León, esta vez el “pico” de la entrada ha apuntado un poco mas hacia el este de forma que los nuevos récords absolutos de agosto se han batido en el centro y este peninsular. Destacan mucho los valores de Murcia y Vitoria. En la primera durante tres días consecutivos se ha superado su registro anterior para agosto de 42,5º alcanzado en el año 2010, llegando a marcar allí el termómetro los 43,2º el día 11. Por su parte en Vitoria el día 10 se alcanzaron 40,8º y 42,4º en su aeropuerto, algo verdaderamente reseñable porque en esa ciudad, con datos desde 1919, nunca se habían alcanzado los 40º. Otros récords importantes son los de Sevilla con 45,9º, Toledo con 43,1 –que podría ser además récord absoluto y no solo de agosto-  Ciudad Real con 42,5, Albacete con 42 o Cuenca con 39,7º.

Como es lógico, a la vista de estos valores ha surgido la comparación con la ola de calor de agosto del 2003. Si bien aquella se prolongó bastante más en el tiempo, la comparación entre los días más cálidos de una y otra –día 12 para la del 2003 y día 10 para el 2012- muestra como las medias tanto de las máximas como de las mínimas son parecidas, si bien con una pequeña ventaja para el 2003. A este respecto quiero destacar el estupendo seguimiento y análisis de la situación que se ha llevado a cabo en tiempo prácticamente real por diversos grupos de aficionados pero muy especialmente a través del foro del portal Tiempo.com – de donde he obtenido estos datos- donde tanto meteorólogos profesionales como aficionados hacen una labor digna de todo reconocimiento y elogio.

Y la segunda cuestión que surge es hasta que punto ha sido anómala esta situación y también si puede ser un síntoma del calentamiento global.  Como ya he comentado en alguna que otra ocasión hasta hace poco tiempo la respuesta estándar era que no se podía demostrar la relación directa entre un fenómeno concreto y el citado calentamiento ya que podía ser simplemente una muestra de la variabilidad natural de la atmósfera. Sin embargo, como ya comenté en otra entrada de este blog, muy recientemente ha emergido con fuerza una rama de la climatología dedicada a estudiar la atribución de las causas para fenómenos extremos concretos. La idea básica que subyace en sus trabajos es investigar hasta que punto un fenómeno concreto es estadísticamente compatible con la serie climatológica del observatorio en cuestión.  Se han obtenido ya resultados muy interesantes para otras partes del mundo y ahora sólo cabe esperar resultados de los estudios que se lleven a cabo para este verano en España. En principio parece difícil conciliar una superación tan importante de récords y la “cercanía” entre situaciones bastante extremas con la pura variabilidad natural. Además todo ello conviene también considerarlo en el contexto de los extremos térmicos que se vienen registrando durante los últimos años en distintas zonas del hemisferio norte tales como Rusia o Estados Unidos. Pero, como digo, hay que esperar resultados.

En cualquier caso mi impresión personal, por supuesto sin ningún valor científico, pero adquirida tras muchos años de estudiar diariamente situaciones y mapas, es que, aunque pudiera ser que el aire norteafricano tienda a ser cada vez un poco mas cálido, lo que si  resulta muy evidente es que, en sus entradas, tiende a penetrar cada vez mas hacia el norte.

Y suma y sigue: los modelos muestran una nueva expansión de esta masa aérea a partir de mediados-finales de esta semana sobre toda la Península Ibérica al tiempo que la rebasa hacia buena parte de Europa occidental. Será el tercer embate de este verano de 2012 pero en principio parece  difícil por varias razones que haya nuevos récords.  Esperemos a ver.

11 de agosto de 2012

125 Años de meteorología institucional en España


Hoy, 11 de agosto de 2012, se conmemora el 125 aniversario de la creación del  Servicio Meteorológico en España. El 11 de agosto de 1887 un decreto de la Reina Regente María Cristina creó el Instituto Central Meteorológico con la misión de “calcular y anunciar el tiempo a los puertos y capitales de provincia”.

Si bien habían existido algunas iniciativas previas para el estudio de la meteorología de forma organizada en España, el primer impulso importante se produjo con la reorganización en 1859 de la Junta General de Estadística y el Real Decreto de 5 de marzo de 1860 por el que pasaban a depender de la Junta 22 estaciones meteorológicas, 11 ya existentes y otras 11 nuevas. Estas estaciones estaban enclavadas en su mayor parte en instituciones de enseñanza, dirigidas por los observatorios de Madrid y San Fernando y fueron la base de la red de estaciones de primer orden. Por otro Real Decreto de 15 de julio de 1865 la recopilación de las observaciones de esas estaciones pasó a depender del Real Observatorio Astronómico y Meteorológico de Madrid. Sin embargo, era cada vez mas evidente la necesidad de crear en España una institución oficial específicamente meteorológica y ello se concretó, como apuntaba mas arriba,  en ese de decreto del 11 de agosto de 1887.

En el momento de su creación, el Instituto Central Meteorológico sólo contaba con tres personas que a finales de 1888 trabajaban en el edificio conocido como “El Castillo” situado en el Parque del Retiro de Madrid.  Años después, en 1904, asumió las tareas meteorológicas que aún realizaba el Observatorio Astronómico de Madrid, además de continuar con las suyas propias, y desde entonces hasta nuestros días se ha encargado de toda la actividad institucional meteorológica y climatológica a nivel estatal.

En 1911 el Instituto cambió el nombre a Observatorio Central Meteorológico; en 1920 se denominó Servicio Meteorológico Español y desde 1933, Servicio Meteorológico Nacional.  Muchos años después, en 1978, recibe el nombre de Instituto Nacional de Meteorología, nombre con el que aún es conocido por buena parte de la sociedad española, si bien en 2008 pasa de Dirección General a Agencia Estatal con el nombre de Agencia Estatal de Meteorología .

Una buena parte de esta historia –desde los albores de la gestión meteorológica en España hasta los años 50 del siglo XX- queda perfectamente recogida en el libro “Meteorología, ideología y sociedad en la España Contemporánea” del historiador Aitor Anduaga recientemente editado por el CSIC y AEMET.  Por su parte, en elweb de la propia Agencia y sobre todo en sus apartados de “Conocer mas” e “I+D+i” puede comprobarse el resultado actual de aquel camino que en 1887 iniciaron tres personas bajo la dirección de Augusto Arcimis, primer y gran director del Instituto Central Meteorológico, al que hoy hay que dedicar un recuerdo especialmente agradecido.


Este breve apunte lo he realizado a partir de las informaciones de mis buenos amigos Manuel Palomares y Fernando Aranda, dos expertos conocedores de la evolución histórica de la meteorología española en sus distintas facetas. Por otra parte,en este enlace, se puede acceder al cartel conmemorativo editado por AEMET para la celebración de este aniversario coincidiendo con la celebración del Día Meteorológico Mundial 2012

1 de agosto de 2012

Monotonía veraniega...pero....


Ha acabado el mes de julio y, a la espera de los datos oficiales de AEMET, todo indica que ha tenido un carácter térmico cercano a la normalidad, si bien con las lógicas diferencias entre la vertiente atlántica –seguramente algo mas fresca que lo normal- y la mediterránea, quizás un poco por encima.

Aunque en algún momento se sobrepasaron puntualmente los 41 grados no ha sido un mes de temperaturas muy extremadas. La presencia frecuente de una circulación generalmente del suroeste en niveles altos, bastante baja de latitud para esta época  del año, ha originado la entrada de aire atlántico relativamente fresco sobre el norte y el centro peninsular mientras que las masas mas cálidas del norte de África afectaban al cuadrante sureste. Como ya adelanté en una entrada anterior, es curioso que junio y julio se han comportado del mismo modo este año y el pasado: a un junio muy caluroso ha seguido un mes de julio normal o incluso algo fresco en algunas zonas. En el 2011, a ese julio siguió un agosto de nuevo muy caluroso. Sin embargo, éste que acaba de comenzar, lo hace con el mismo tipo de circulación que ha predominado en julio y los modelos a medio plazo no dan síntomas claros de que al menos en unos cuantos días pudiera modificarse sustancialmente; si ello fuera así, este agosto no seguiría la tónica del año pasado.

Por lo que se refiere a lluvias, julio ha sido de nuevo muy poco tormentoso dado que ese tipo de circulación al que me refería antes no originaba mucha inestabilidad. Sólo cuando alguna de las vaguadas de esa circulación se quedaba en situación casi estacionaria al oeste de la Península han saltado las tormentas, tal como ocurrió en el episodio de la semana pasada que afectó fundamentalmente a la mitad norte. Aunque se registraron cantidades relativamente importantes de precipitación en algunos observatorios no han supuesto nada realmente significativo de forma global.

Si bien esta escasez de tormentas ha propiciado un tiempo tranquilo para las típicas actividades veraniegas remarca mas por otra parte el “pero” en el título  de esta entrada. El año está siendo escaso en precipitaciones y ello se deja notar claramente en el índice estandarizado de precipitación (SPI) o de sequía. Si bien en el apartado correspondiente del web de AEMET se puede consultar el valor de este índice para determinados periodos temporales entre un mes y tres años, copio aquí el mapa correspondiente al año hidrometeorológico actual hasta finales de junio que no va a diferir mucho del que se publique para julio




La gran escasez de precipitaciones en la mayor parte de los meses ha dado lugar a que prácticamente toda la vertiente atlántica y el archipiélago canario se encuentren bajo condiciones muy secas siendo la situación ligeramente mejor en la vertiente mediterránea y Baleares, pero en general también bajo condiciones secas.

Dado que en agosto no cabe esperar grandes lluvias, -aunque siempre cabe la posibilidad de que alguna borrasca desprendida de algún meandro del chorro polar pudiera visitarnos sobre todo en la segunda mitad del mes- habrá que esperar al comienzo del otoño para ver si los frentes atlánticos, las DANAs mediterráneas o ambos fenómenos a la vez ayudan a ir remediando esta situación que podría comenzar a ser preocupante. Los embalses ya empiezan a reflejarlo: si a 31 de julio del año pasado estaban a un 73 por ciento de su capacidad este año lo están al 55 por ciento. Conviene estar vigilantes.